El equipo femenino del CPLV se impuso en una gran final al Rubí por 1-4
mientras que el masculino se tiene que conformar con el subcampeonato
tras ceder ante el Molina Sport con un gol de oro (6-5)
El CPLV rozó el doblete en la Copa del Rey y de la Reina disputadas este fin de semana en
el Pabellón Ángel Nieto de Zamora. Estuvo cerca porque el Munia Panteras logró el título,
cuarto en su palmarés, tras derrotar en su final al Rubí por 1-4. Pero el Caja Rural CPLV no
pudo redondear el éxito en los dos torneos al perder ante el Molina Sport en la prórroga de
una intensa final (5-5 al final del tiempo reglamentario), con un gol de oro del vallisoletano
Daniel Gutiérrez.
La final de la Copa de la Reina midió a los dos mejores de la Liga y en principio favoritos
para luchar por este título. El duelo comenzó con mucha intensidad e intentos de anotar por
ambos lados. Aunque el choque empezó a decantarse del lado del Munia Panteras, con
varias llegadas con peligro. Tras un par buenas, un robo de Olivia Monjas acabó con
asistencia a Ana Sierra, que batió a Carmen Hernández haciendo el 0-1. Habían pasado 6
minutos y medio. A partir de ahí el encuentro se atascó, con menos oportunidades y un par
de expulsiones de las Panteras, bien defendidas con Laura López de Ochoa segura bajo
palos, que también contó con la suerte de los postes.
Tras el descanso, el cuadro dirigido por Patrik Sebek supo sacar rédito a su primera
superioridad, con un buen lanzamiento cruzado de Elisa Díez. Era el 0-2 a los cuatro
minutos de la reanudación. Pero una final siempre tiene sufrimiento y en la siguiente acción
el Rubí recortó distancias gracias al empeño de Lucía Moreno, elegida la mejor del partido.
Con el 1-2 y la incertidumbre en el marcador, el cuadro barcelonés intentó apretar aunque
se encontró con Laura bajo palos. Las vallisoletanas se sacudieron ese dominio de su rival
con un gran gol de Inés Ruiz a 9 minutos del final. Ese tanto permitió al Munia Panteras
jugar con mayor tranquilidad, rematando la final con el 1-4, en una genialidad de Tamara
Vaidean. Cuarto título de la Copa de la Reina para el CPLV tras los de 2010, 2011 y 2012.
Por su parte, la final de la Copa del Rey fue intensa de principio a fin. Los primeros
lanzamientos, de larga distancia, fueron del Caja Rural CPLV, bien respondidos por el
portero del Molina, el vallisoletano Javier Tordera. Pero enfrente estaba un equipo capaz de
generar peligro de la nada y en su primer acercamiento hizo lucirse a James Teed. El
partido, un toma y daca constante, no dejaba tiempo para el descanso. Y se iba a decidir
por detalles. Como en el 1-0 de los canarios, en el minuto 7. Tras una buena ocasión
pucelana, armaron una contra que acabó con el tanto de Charles Baldwin de un duro
lanzamiento.
Era el momento de la reacción y esta llegó, con un tanto de Andrés Baños, en un tiro lejano
que no vio el portero de los canarios. Pero poco duró el empate, que parece no sentó bien a
los pucelanos, que se encomendaron a James Teed. Paró el canadiense hasta que Jan
Andrysek encontró una vía en la defensa y anotó el 2-1. El gol hizo aún más daño y en una
polémica expulsión del CPLV llegó el 3-1, en un disco suelto que aprovechó Kevin Mooney.
La final era cuestión de detalles. Con parecidos tiros y ocasiones.
Por eso cada superioridad era oro. El Caja Rural no pudo aprovechar la primera, pero sí la
segunda, con un gol casi sin ángulo de Pablo Tribiño a 3 minutos del descanso. Y aún pudo
ser mejor, pero Dani Díez se quedó cerca del empate.
Con el 3-2 se llegó al intermedio. Tras él, el Molina Sport trató de bajar las pulsaciones al
encuentro. De hecho tuvo el 4-2, que evitó James Teed. Y en la siguiente jugada, Rubén
Sinovas armó un duro lanzamiento que se le escapó en última instancia a Tordera logrando
el 3-3 para alegría de los numerosos aficionados vallisoletanos que poblaron las gradas
zamoranas. La final arrancaba de nuevo con 17 minutos por jugarse.
Y volvieron la velocidad y los porteros, que empezaron a ser los claros protagonistas, con
muchas intervenciones de mérito. Sobre todo de un James Teed inconmensurable. El
canadiense las paró de todos los colores. Hasta que Charles Baldwin encontró un resquicio
a 7 minutos del final para poner a los canarios de nuevo en franquicia. Al Caja Rural CPLV
le afectó el tanto porque un minuto después se topó con el 3-5, obra de otro de la casa que
juega en el Molina, Dani Gutiérrez. Tocaba de nuevo remontar. Pero esta vez con menos
tiempo. Los vallisoletanos se lanzaron a ello. Sin dejarse nada dentro. De hecho apostaron
por jugar sin portero los tres últimos minutos y encontraron el premio de 4-5 con una
refracción de Gonzalo Jiménez a tiro de Guille Jiménez. Ahora sí creían aunque tuvieron
que esperar a cuando sólo quedaban 6 segundos. Ahí apareció Guille Jiménez para
empatar el duelo y mandarlo a la prórroga. Diez minutos con gol de oro.
En el tiempo extra no hay tiempo para parones ni para despistes. Se juega un tres para tres
con muchos huecos. Gon Jiménez estuvo cerca de dar el título al CPLV. Pero el que lo
logró fue Dani Gutiérrez, formado en el club vallisoletano y hoy en las filas del Molina. Vio
un agujero en la defensa y armó un tiro lejano que no pudo detener James Teed, mandando
el título a Canarias.